Falabella nueva estrategia tras cuatro trimestres de caída de ingresos
La gigante del comercio minorista latinoamericano, Falabella, inicia una transformación estratégica después de experimentar cuatro trimestres consecutivos de disminución de ingresos.
La salida del gerente general corporativo, Gastón Bottazzini, anunciada recientemente, marca un cambio clave en el liderazgo de la compañía que busca recuperar su posición en el mercado.
Aunque el segundo trimestre reportó utilidades de 61 millones de dólares, principalmente atribuibles a la reevaluación de propiedades, los ingresos de Falabella cayeron un 12.5%, resultando en pérdidas de seis millones de dólares en el primer semestre del año. La renuncia de Bottazzini, que estaba vinculado a la empresa por 15 años, se produjo después de cuestionamientos internos debido a los malos resultados del año pasado y la salida del presidente del holding en abril.
El cambio en la estrategia es evidente en la intención de devolver autonomía comercial a las distintas áreas de negocio, abandonando la estrategia centralizada de Bottazzini.
Enrique Ostalé, el nuevo presidente del conglomerado destacó que se alejarán de la consolidación de la experiencia online en un solo Marketplace y fortalecerán las marcas individualmente.
Falabella, conocida por sus tiendas por departamento, su línea de mejoramiento del hogar Sodimac, supermercados Tottus y el Banco Falabella, opera en diversos sectores. La estrategia anterior, que intentaba centralizar la experiencia online, afectó las filiales y no logró los resultados esperados.
La crisis del consumo y problemas logísticos, agravados por la pandemia, impactaron negativamente a las áreas de mejoramiento del hogar y tiendas por departamento. Ante esto, la empresa busca volver a fortalecer cada área de negocio por separado, deshaciéndose de la estrategia centralizada.
Para recuperar la rentabilidad, Falabella enfrenta el desafío de deshacerse de activos prescindibles. Se anunció un «proceso de monetización» de activos inmobiliarios para recaudar entre 300 y 400 millones de dólares mediante la venta de tiendas independientes y centros de distribución. No obstante, se especula que estos montos podrían ser insuficientes, y se barajan opciones más amplias, como un aumento de capital o incluso la venta de Tottus.
En medio de esta transición, la moral de los equipos se ve afectada, subrayando la necesidad de una estrategia clara. El desafío crucial para Falabella es encontrar el equilibrio entre la centralización y la autonomía estratégica y comercial de sus unidades para recuperar su visión de negocio y revitalizar su posición en el mercado. Según publica Mall & Retail
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