La trampa de las métricas: medir es fácil, decidir no
Vivimos rodeados de dashboards, KPIs, OKRs e informes interminables. Cada día se generan más datos de los que una persona podría procesar en toda su vida. Sin embargo, las decisiones clave en los negocios rara vez se definen por el hecho de haber ganado unos seguidores más o porque la tasa de clics subió dos décimas. La verdadera trampa de las métricas es confundir lo visible con lo importante : creer que medir equivale a decidir. El costo de ese espejismo no es solo financiero. También erosiona lo humano y lo creativo: equipos exhaustos que optimizan lo pequeño sin mover la aguja, líderes que sienten que "todo se mide" y empresas que, entre tanta planilla, pierden dirección. Además, la saturación de datos y la multiplicidad de métricas han llevado a muchas organizaciones a un entorno más descriptivo que analítico: se detalla lo que ocurre, pero rara vez se buscan las razones profundas de esos resultados. Con esa mirada ...