Como emprender la acción hacia el éxito en ventas!
Algunos son esenciales para nuestra vida y otros, en
cambio, los vamos incorporando al informarnos que podemos alcanzar otras metas
si seguimos determinados pasos que nos conducen a
materializarla.
De esta forma coincidiremos al aceptar que el deseo
representa el motor esencial que nos incentivará para emprender la acción que
nos lleva a lograr lo que deseamos.
Nuestra permanente reflexión sobre nuestros deseos hace que los ordenemos según su importancia, a la posibilidad, a la disponibilidad y fundamentalmente a la determinación para emprender la acción.
Dos perfiles claramente apreciables hacia la acción
Conclusiones
Asimismo, deberemos aceptar que los deseos no se
cumplen por sí mismos, y sólo podremos hacerlos realidad si existe una acción de
nuestra parte que nos conduzca acertadamente hasta
lograrlo.
Sin embargo, permanentemente asignamos prioridades a
nuestros deseos acorde a nuestras reflexiones…
Las
prioridades
Nuestra permanente reflexión sobre nuestros deseos hace que los ordenemos según su importancia, a la posibilidad, a la disponibilidad y fundamentalmente a la determinación para emprender la acción.
De esta forma muchos deseos comenzarán a ser
atendidos en breve mientras que otros quedarán en nuestro “archivo de
pendientes” a la espera del momento más propicio para emprender la acción
correspondiente. Otros en cambio, quedarán en el “archivo de tal vez algún día…”
Las barreras que nos
obstaculizan
Aceptando que hemos decidido iniciar la acción para
alcanzar un deseo, encontraremos varios obstáculos que impiden lograr lo que más
deseamos, por lo que es conveniente tener presente cuáles son los principales obstáculos
que todos poseemos para liberarnos y continuar avanzando hacia nuestro destino
más deseado.
· El
desconocimiento. Muchos deseos quedan
postergados y hasta desestimados permanentemente por no saber lo esencial, es
decir al no emprender la acción necesaria que clarifique “qué es” y “cómo se
hace para lograrlo”.
· La falta de
humildad. Esta
errónea actitud es la que bloquea toda mejora posible impidiendo emprender
cualquier acción y consiste en creer que siempre se han hecho bien las cosas
cuando en realidad deberíamos aceptar que somos seres perfectibles y
permeabilizarse para aceptar y comprender otras mejores opciones disponibles que
cambiarían sensiblemente nuestras vidas.
· El temor. Varios temores presentes en nosotros nos
impedirán avanzar, tales como el temor a lo desconocido, a lo nuevo, a
equivocarnos, a tener que volver a empezar, al ridículo, etc. Este tema es muy profundo como para tratarlo
en pocas líneas, pero si aceptamos que el temor nos paraliza e impide que
avancemos deberemos enfrentar nuestros temores hasta despejar nuestro camino
hacia lo que más deseamos.
· El qué dirán. Este aspecto muy expandido y que socialmente
hemos incorporado en nuestra evolución cultural interrumpe todo proceso de
mejora en nuestras vidas. El emprendedor exitoso es el mejor ejemplo de haber
emprendido la acción que su corazón le indicaba y que creía sin escuchar los
mensajes contrarios tales como, “no te metas en eso”, “no creo que funcione”,
etc.
· La meseta de confort. En alguna etapa de nuestras
vidas alcanzamos un cierto nivel de rutinas que nos ubica en lo que denomino
como “la meseta del confort”. Pasa por
estar conformes con lo que hemos logrado hasta el presente. Al llegar a este
nivel, todo lo bueno posible que podemos desear pero que nos desvía de lo que
solemos hacer fácilmente, lo pasamos al “archivo de tal vez más adelante…”
simplemente porque representa ser un enemigo del actual estado controlado de
cosas.
Si estamos conformes por los resultados que obtenemos
porque se están superando mes a mes las más ambiciosas metas, vaya para ellos
mis más sinceras felicitaciones.
Pero en el caso de no resultar así la lógica nos
indica que debemos analizar con objetividad las causas que lo producen y
establecer la mejor manera de solucionarlas y perfeccionarlas para revertir la
consecuencia, porque de no ser así no debiera esperarse erróneamente que se
resuelva por sí misma.
Luego de reconocer en el análisis de nuestra
situación la presencia de algunas de las barreras descriptas precedentemente y
optar por no hacer nada al respecto, sabemos lo que ocurrirá inexorablemente
mientras no hayan sido resueltas.
Dos perfiles claramente apreciables hacia la acción
En relación a la determinación para emprender la
acción, existen dos perfiles claramente observables en todas las
personas.
· El hacedor. Es quien está condicionado más para emprender
la acción, luego de establecer claramente lo que debe hacer. El emprendedor es la figura más
representativa de este perfil quien, a pesar de “no saber cómo” se ha movilizado
para despejar toda duda y avanzar hacia una meta deseada.
Este
perfil no es temerario (“Inconsiderado, imprudente y que se expone y arroja a
los peligros sin meditado examen de ellos”) ni temeroso. Esto es porque utiliza su inteligencia
adecuadamente como para avanzar a pesar de su desconocimiento luego de superar
sus barreras, informarse y establecer su mejor camino.
Como se
comprenderá, este es el perfil menos numeroso en nuestra sociedad, y si se
analiza la trayectoria de algún reconocido hacedor podrá descubrirse un camino
en donde los éxitos alcanzados superan ampliamente a sus errores o desaciertos.
· El observador. Es el que profundiza todo, poco o nada y se
destaca principalmente por estar del lado de enfrente del hacedor, pero
caracterizado por una escasa o falta total de acción.
Justifica
su inacción haciendo solamente comentarios y opinando sobre los que hacen, con o
sin acierto.
Son
quienes tienen un “archivo de pendientes” bastante abultado, sin priorizar como
para atenderlos y poder avanzar hacia el destino que merecen y que no ocurrirá a
menos que inicien el camino de la acción hacia una mejora en este
campo.
Conclusiones
La venta es un servicio que se aprecia a través de
acciones acertadas y eficientes que permiten a sus destinatarios tomar siempre
sus mejores decisiones de compra.
Si individualmente deseamos vender más así como
lograr que cada integrante en nuestro equipo realice eficientemente las acciones
que producen resultados de calidad y genere altos resultados productivos en
forma continua, algo deberemos hacer al respecto.
Esto representará simplemente emprender la o las
acciones acertadas que nos conducirán a ello acorde a cada situación.
En caso de desconocimiento, deberemos informarnos y
aprender de buenas fuentes; en caso de mejorarlas: corregirlas y
perfeccionarlas; ante una carencia de habilidades o destrezas: capacitarnos de
la mano de los más expertos.
Desde muy temprana edad, comprendí que las cosas
importantes de la vida no son gratis ni nos las proveerán en bandeja de
plata.
Todo lo bueno y valioso que deseamos obtener en la
vida tiene un precio que hay que pagar en tiempo de dedicación, o en
aprendizaje, o en experiencias y/o en dinero o en la suma de todas ellas.
El tema ahora pasa por saber qué deseamos lograr en
nuestras vidas y en nuestra actividad.
Todo depende del deseo individual y de su intensidad
que le asigne la prioridad necesaria como para ubicarla en el primer puesto de
largada.
Cuando en tu caso particular la venta asume esta
importancia pero no emprendes ninguna acción al respecto y aún sabiendo que de
ella depende la supervivencia y el crecimiento hasta alcanzar la meta deseada
para tu negocio o actividad, simplemente recuerda este viejo proverbio chino que
dice: “Si no cambias el rumbo, acabarás en el lugar exacto al que te
diriges”.
Y cuando decidas cambiar, ten presente lo que
escribió Almafuerte: "Llénate de ambición, ten el empeño, ten las más loca, la
mas alta mira. No temas ser espíritu, ser sueño, ser ilusión, ser ángel, ser
mentira... la verdad es un molde, es un diseño, que rellena mejora quien más delira.
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