¿Cuándo paga tercerizar?
Contratar con terceros algunas actividades de la empresa puede ser
la mejor manera de reducir gastos y ser más competitivos. Latinpyme le cuenta
cómo detectar esos procesos que son susceptibles de ser contratados.
Zapatero a sus zapatos. El popular adagio resulta ser la fórmula
para optimizar el funcionamiento de las empresas, no solamente pensando en
hacer mejor la labor, sino en hacerla bien y a más bajo costo. Es ahí cuando la
tercerización entra a jugar un papel importante, al tratarse de una herramienta
que permite dejar en manos de expertos cada actividad de una empresa, desde la
producción de las materias primas hasta la venta final del producto.
En teoría todas las labores se pueden contratar con proveedores
dedicados a ellas y que cuenten con la experiencia y la trayectoria suficiente
como para estar tranquilo de que resultarán bien y sin la carga que representa
contratar directamente al personal.
Cuando un empresario se enfrenta a la posibilidad de tercerizar,
son varios los interrogantes que se deben resolver antes de tomar la decisión
de firmar con proveedores. ¿Cuáles actividades son más convenientes a realizar
internamente y cuáles se deben encomendar a otros? ¿En qué circunstancias es
mejor contratar que ejecutar? ¿Qué factores se deben tener en cuenta para
decidir tercerizar? Para que esta experiencia sea satisfactoria y no
afecte la calidad y la productividad de la empresa, la decisión de tercerizar
procesos implica un análisis sobre ciertos aspectos:
Definir las actividades principales: La labor
consiste en distinguir cuáles son las actividades que, aunque son clave,
podrían ser tercerizadas y las que son críticas para la competitividad de la
empresa y que no deberían por ningún motivo dejarlas en manos de terceros.
Evaluar los costos de cada actividad: se deben
analizan los costos por actividad para poder evaluar y comparar las condiciones
que se podrían generar en caso de tercerizar alguna de ellas. Este análisis y
costeo se dirige al ´hacer´ de las actividades.
Comparar costos entre ´hacer y comprar´: es necesario determinar el costo de ´comprar´
lo cual no solo implica considerar el precio del producto o servicio ofrecido
por el proveedor, sino identificar y medir todos los costos involucrados en el
proceso de adquisición y de gestión de la relación con el proveedor. No solo se
trata de comparar el valor de la factura que pasará el proveedor, sino que se
debe tener en cuenta desde la gestión del día a día, sistemas de información y
logística, costos de garantías y contratos además de los costos asociados a
cooperar con el proveedor para la mejora del producto o servicio.
El costo de tercerizar se compone del precio del producto o
servicio más todos esos gastos de transacción que se generan. Si el costo de
´comprar´ sumado al costo de gestionar la relación con el proveedor, aún es más
bajo que el costo de ´hacer´, entonces se puede pasar a la siguiente etapa.
Analizar la relación con el proveedor: tener el
éxito en la relación del outsoursing requiere una estrecha relación de trabajo
basada en cooperación mutua y buenas comunicaciones. Para que estas relaciones
sean efectivas es importante elegir el proveedor adecuado y medir el nivel de
gobernabilidad que se pueden tener sobre la labor que se contrata. Entre más
especializado sea, la posibilidad de gobernar la relación con el proveedor es
más distante, lo que debe solucionarse con algún tipo de mecanismo contractual
que resulte confiable.
Imagen: http://www.pymehelp.com.ar/images/tercerizacion.jpg
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